3R CONGRÉS DE LA PROFESSIÓ MÈDICA DE CATALUNYA

Ponencias

Las cuatro ponencias que han vehiculado el 3er Congreso de la Profesión Médica de Catalunya recogen una serie de ideas y propuestas para tratar de encontrar una solución a todos aquellos aspectos que preocupan al colectivo, como son el profesionalismo en tiempos de crisis, la ética y la calidad asistencial, el modelo sanitario, las perspectivas económicas, el mercado de trabajo, el rol de los profesionales o el nuevo contrato social.

Los documentos finales son fruto del trabajo de los Grupos Redactores, de las aportaciones hechas por toda la colegiación en la Intranet participativa y del debate de los delegados que asistieron al 3rCPMC. El objetivo de las cuatro ponencias que a continuación pueden leer no es otro que promover la cohesión de la profesión y reposicionarla al nivel que se merece.

 

Ponencia 1: El liderazgo profesional de los médicos en el sistema sanitario

Dra. Elvira Bisbe i Dr. Jordi Fàbrega.
Coordinadores de la ponencia Liderazgo y Participación

Dar protagonismo e implicar a los médicos en los órganos de participación y gestión de los centros es la apuesta más segura para mejorar y garantizar el sistema sanitario y para responder a los retos de futuro que se nos plantean. Este ha sido el núcleo central de la ponencia sobre Liderazgo y Participación que se presentó en el 3er Congreso de la Profesión Médica y que fue aprobada con un 90% de los votos.

Si queremos un sistema eficiente y participativo se necesitan nuevas formas de organización asistencial y hay que reconocer la capacidad de liderazgo de los profesionales de la salud. Actualmente, los profesionales no participan de una manera bastante activa y comprometida en los órganos de decisión del sistema sanitario aunque se reconoce que su participación es indispensable para la persistencia y mejora de un modelo sanitario equitativo y universal y también para la recuperación de la satisfacción en el ejercicio de la profesión médica. El grupo redactor hace las siguientes propuestas en su documento:

  1. Nuevas fórmulas de organización asistencial: Son necesarias unidades asistenciales con capacidad de gestión propia que permitan la agrupación de recursos multidisciplinares para dar la atención necesaria centrada en el paciente y fomentando el continuum asistencial. Potenciar la autogestión de los equipos como modelo organizativo.

  2. Avanzar en la autonomía profesional entendida como gestión del propio trabajo, de la agenda y del presupuesto. Los médicos deben tener la potestad de gestionar de forma autónoma el trabajo propio para coordinarlo con el de los otros profesionales, con el fin de lograr con eficacia y eficiencia los objetivos de la institución. Deben tener también la capacidad para ordenar la demanda asistencial a partir de criterios clínicos.

  3. Aplicar, reforzar e implementar mecanismos de participación como la elección del director médico o del director del equipo de atención primaria, dotar de capacidad de decisión a los actuales órganos de participación y representación de las organizaciones, como las juntas clínicas y las juntas facultativas, para que no sean únicamente órganos consultivos.

  4. Capacidad de adaptación e innovación: Es necesario favorecer la innovación organizativa asistencial y fomentar la creación de dispositivos supra-servicio de base territorial. Hay que crear alianzas entre los proveedores del territorio lo que permitirá homogeneizar la cartera de servicios por los diferentes ciudadanos que viven en un territorio, evitar duplicidades y mejorar la gestión de recursos.

  5. Profesionales motivados y bien formados: hay que orientar nuestros médicos y enfermeras hacia un modelo participativo, implicarlos en la gestión de su tarea asistencial. Hay que facilitarles herramientas y formación para hacer posible esta evolución. Hay que detectar cuidar y promover el talento profesional y darles mecanismos hacer para hacerlo.

Ponencia 2: ¿Cuál es el médico que la sociedad necesita?

Dr. Carles Blay i Dr. Francisco Garcia
Coordinadores de la ponencia Nuevas realidades, nuevo profesionalismo

Desde finales del siglo pasado, la comunidad médica está sometida a retos crecientes del entorno que le afectan tanto colectiva como individualmente. Muchos de estos retos están cada vez más presentes en nuestra sociedad y suponen un desafío para la profesión. Desde el grupo redactor sobre Nuevas realidades, nuevo profesionalismo hemos identificado cuáles son los principales retos a los que tendremos que hacer frente como profesión y cuál es el médico que la sociedad necesita en este nuevo contexto.

Los retos son: los cambios en la demografía médica, el efecto de la crisis en el profesionalismo, el profesionalismo de la nueva generación de médicos, el empoderamiento de las personas y la comunidad, la medicalización de la vida y la sociedad, los nuevos ámbitos de formación y capacitación, la relevancia creciente de la bioética en la realidad asistencial.

Y otros, como la incorporación de la mirada integral en la praxis, las prácticas colaborativas y la integración asistencial, las nuevas maneras de tomar y gestionar las decisiones clínicas, las decisiones más allá de la evidencia, el repensar de la actuación prescriptora, el crecimiento de la dimensión gestora de la práctica, la dimensión legal de la práctica, la generación de alternativas asistenciales y la atención en el domicilio como ámbito emergente, las tensiones derivadas de la extensión de las nuevas tecnologías y la atención al final de vida.

Y ¿cuál debe ser el rol del nuevo médico? El médico que la sociedad necesita debe ser un profesional que ejerza de acuerdo con los valores del profesionalismo: compromiso, excelencia, confianza, generosidad, altruismo y honestidad. Con una formación ética y un comportamiento deontológicamente impecables

También debe estar comprometido con la buena praxis, lo que implica la aplicación óptima de la evidencia científica y la gestión apropiada de los contextos de incertidumbre. Debe tener una visión integral del paciente y de sus necesidades y hacer que el paciente sea copartícipe de las decisiones que afectan a su salud y debe tener vocación comunitaria.

Además, debe ser competente en el uso de las tecnologías de la comunicación y con autonomía para organizar, gestionar y adaptar los servicios asistenciales, defendiendo la consecución de entornos de trabajo dignos y atractivos. Debe estar capacitado para alcanzar competencias transversales, independientemente de su especialidad o ámbito donde ejerce, haciendo especial énfasis en las habilidades interpersonales y las de trabajo en equipos multidisciplinares.

Independientemente de su especialidad, deberá poder afrontar de manera óptima las situaciones de enfermedad avanzada y de final de vida y tendrá una actitud proactiva en la desmedicalización de la vida de las personas.

En Girona, el contenido de la ponencia recibió un apoyo del 99% de los delegados. Aplicar estas conclusiones contribuirá al prestigio social del colectivo, a fortalecer su contrato social y en preponderar su posición hacia otras profesiones.

Ponencia 3: La formación del médico del futuro

Dr. Antoni Trilla i Dr. Ferran Cordón.
Coordinadores de la ponencia La formación del médico del futuro. Instrumentos de garantía

La enseñanza del grado de Medicina en Catalunya, la formación sanitaria especializada (MIR) y la formación médica continuada han sido los tres grandes ejes de la ponencia sobre la formación del médico del futuro, instrumentos de garantía, aprobada en Girona con el 95% los votos.

El nuevo entorno social y profesional nos exigía analizar y replantear cuál es la formación que hay que dar al médico que la sociedad necesita y qué habilidades deberá tener. En este sentido hemos revisado cuáles son los actuales sistemas de acceso a los estudios de medicina y si son adecuados, hemos planteado si se necesitan cambios en la formación MIR, y hemos valorado la implementación de procesos de recertificación o de acreditación profesional de los médicos en ejercicio como una garantía de la excelencia profesional y la buena praxis.

En cuanto a la enseñanza de la medicina en Catalunya, hay que destacar su buen nivel y centrado cada vez más en la práctica, pero presenta déficits y algunos errores de orientación. El número de estudiantes que se formará no está calculado con un criterio de necesidades actuales y futuras y no se tiene en cuenta aún como debe ser y qué debe saber el médico que la sociedad actual y futura necesita. Hemos analizado posibles soluciones como implementar una prueba específica para acceder a los estudios de medicina que pueda incluir el conocimiento del catalán y también hemos valorado la posibilidad de introducir cambios en la política de precios y becas.

Además, hay que introducir en el currículo de medicina formación en comunicación, gestión, trabajo en equipo, valores y/o conocimientos humanísticos, bioética, aspectos jurídicos, deontológicos y éticos, etc. Un currículo que priorice habilidades y conocimientos.

En cuanto al sistema de formación especializada, son necesarias adaptaciones de la prueba MIR. Debe ser un instrumento y no un objetivo. Actualmente no tiene en cuenta la valoración de las competencias clínicas, prácticas y comunicativas de los aspirantes y el que proponemos desde el grupo redactor es incluir un examen de competencias al final del grado mediante una ECOE (Evaluación Clínica Objetiva y Estructurada).

El número de plazas de cada especialidad no se ajusta a las necesidades de los especialistas que hay en la sociedad, y tiene más valor la capacidad docente de las diferentes especialidades que las necesidades reales de especialistas. Las plazas MIR adjudicadas deberían respetar una cuota de extranjeros por comunidad autónoma y por especialidad, evitando los desequilibrios actuales.

Se ha de evolucionar hacia un sistema de formación troncal con unos primeros años comunes por especialidades afines y una especialización posterior. Esto permitiría mayor permeabilidad entre especialidades y unos conocimientos básicos comunes más sólido.

En cuanto a la formación médica continuada, no existen actualmente elementos de evaluación suficientemente sólidos para ofrecer una certificación y recertificación que indique a los profesionales que tienen niveles de competencia suficientes para continuar ejerciendo la medicina como garantía social de la práctica médica. Uno de los principales retos es ver cómo avanzamos en la acreditación de actividades de excelencia dirigidas a las necesidades de los ciudadanos y como entramos definitivamente en la recertificación periódica de los profesionales.

Ponencia 4: La adaptación del Código de Deontología a las nuevas realidades profesionales y sociales

Dra. Montserrat Esquerda, Dr. Antonio Labad, Dra. Núria Masnou i Dr. Josep Terés
Coordinadores de la propuesta de actualización del Código de Deontología

La evolución de nuestra sociedad y del ejercicio de la medicina hace necesaria la revisión del actual Código de Deontología, aprobado en 1997 y actualizado en 2005. El documento presentado por el grupo redactor sobre deontología incluye 20 temas sobre los que hemos considerado que era necesario reflexionar. Estos 20 temas se sometieron a debate durante 4 meses en la Intranet del Congreso y los 8 más relevantes se presentaron en Girona para el debate y votación de los delegados.

Entre los temas analizados por el grupo redactor destacan la generalización de la historia clínica informatizada y la creciente utilización de las TIC y de las redes sociales, que requieren una revisión y adecuación de algunas de las normas de la actual código referentes a la confidencialidad, al derecho a la intimidad y al secreto profesional, a la información y la comunicación, a la publicidad ya la relación del médico con sus enfermos.

Por otra parte, se han revisado temas como la emisión de informes y peritajes, a menudo motivo de quejas y demandas a la Comisión de Deontología, la asistencia al final de la vida en un contexto de envejecimiento y cronicidad de la población y el ejercicio de la medicina en las instituciones, donde se hace referencia a la figura del médico responsable como referente del paciente dentro de un equipo asistencial.

Se ha tratado el tema de la atención al paciente menor, especialmente delicado ya que, mientras la ley condiciona su derecho a decidir ya consentir a la edad cronológica, la ética lo hace en relación a la madurez intelectual, es decir, a la capacidad de comprender la situación y las consecuencias de las decisiones. El médico debe velar por que el menor reciba la información adecuada a su nivel de comprensión y fomentar que participe al máximo en el proceso de toma de decisiones, en la medida que le permita su grado de madurez.

Nos hemos fijado también en las relaciones entre la medicina pública y privada y en la investigación médica sobre la persona y su consentimiento.

Durante el congreso, el grupo redactor sometió a votación 8 temas de los 20 planteados en el documento: La medicina defensiva, calidad de vida versus cantidad de vida, la historia clínica informatizada, el conflicto de intereses entre medicina pública y privada, la búsqueda médica sobre la persona, el ejercicio de la medicina en las instituciones y los límites de la relación profesional. El grado de acuerdo respecto a lo que planteaba el grupo redactor fue globalmente de entre un 85 y un 90%.

Las Comisiones de Deontología de los 4 colegios de médicos catalanes deben presentar ante el Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña la propuesta de actualización para que inicie los trámites de modificación del actual código a partir de los temas planteados por la comisión redactora y los planteados en el 3er Congreso de la Profesión Médica. Por este motivo aún no está disponible el documento final sobre la propuesta de actualización del Código de Deontología.